Técnicas de camuflaje

En el mundo salvaje es necesario adoptar medidas de protección para evitar ser parte del menú del día. Algunos animales son muy ágiles y rápidos, lo cual les permite escapar de su agresor; otros, por el contrario, suelen habitar en zonas poco accesibles para algunos depredadores como, por ejemplo, madrigueras. Pero, ¿qué ocurre cuando no posees una fuerza acuciada, no eres especialmente ágil o no dispones de un lugar donde esconderte? Es entonces cuando ocultarse a simple vista, utilizando técnicas de camuflaje, se convierte en una gran opción.

Podemos observar 3 tipos de técnicas de camuflaje: mimetismo, cripsis y aposematismo.

Mimetismo

El mimetismo es la técnica de camuflaje que permite a un animal imitar la apariencia de otro con el fin de disuadir a un posible depredador; es decir, un animal mimético es aquel que posee cualidades físicas que le hacen parecerse a otro animal que sí posee alguna estrategia de defensa. Esto permite al animal mimético beneficiarse de dicha estrategia sin poseerla de manera directa.

Existen 3 tipos de mimetismo:

Mimetismo mülleriano

Esta técnica de camuflaje se da entre varias especies que poseen características similares y que, sin embargo, no están emparentadas. Las especies que presentan mimetismo mülleriano poseen de manera natural alguna cualidad que las hace peligrosas (por ejemplo, veneno) así como una coloración denominada aposemática. Esta coloración es muy llamativa y le indica al depredador el peligro que supone tratar de alimentarse de dicho animal. El beneficio de esta técnica reside en el hecho de que el depredador, al haber tenido una mala experiencia con alguna de las especies venenosas, no volverá a tratar de alimentarse de ellas y, por extrapolación, tampoco lo hará de aquellas que presenten una apariencia similar a las mismas. De esta forma, los animales con mimetismo mülleriano “se protegen” mutuamente al imitarse entre sí.

Podemos encontrar este tipo de camuflaje, por ejemplo, en las avispas. Todas las especies de avispas poseen un aguijón con el que defenderse y, además, presentan coloraciones y diseños similares; por lo tanto, obtienen protección al “imitarse” unas a otras.

Mimetismo batesiano

En este caso, una especie que no posee ningún tipo de veneno, espina u otro medio de defensa directo, presenta una apariencia muy similar a otra que sí posee alguno de estos rasgos. Los depredadores que hayan tenido malas experiencias previas con esta última especie, evitarán atacar al animal con mimetismo batesiano por confundirlo con un animal peligroso.

Tal es el caso de la falsa coral, ya que imita los colores y patrones presentes en la piel de la serpiente coral verdadera.

Automimetismo

Este tipo de técnica de camuflaje lo presentan los animales que poseen alguna característica física que les hace parecer más grandes o peligrosos de lo que realmente son. Tal es el ejemplo de los peces globo que, al sentirse amenazados, pueden ingerir grandes cantidades de agua para hinchar su cuerpo, llegando incluso a doblar su tamaño. Por si fuera poco, este animal, además, posee unas espinas con las que puede inyectar un potente veneno.

En algunas ocasiones, no es la presa la que posee automimetismo, sino que los depredadores pueden desarrollar también estas habilidades. Por ejemplo, el pez gato boca de rana del sureste asiático posee una extensión en la lengua que llama la atención de su presa, la cual acaba situándose en una posición que la convierte en una presa fácil.

Cripsis

Los animales crípticos son aquellos que presentan diseños, colores o texturas que imitan el entorno en el que viven. Esto les permite camuflarse entre las rocas, la arena o la vegetación y, de esa manera, pasar inadvertidos ante la presencia de un depredador.

Estas técnicas de camuflaje son útiles también para cazar a otros animales. Algunas especies carnívoras se ocultan a la vista y esperan pacientemente a que una confiada presa se acerque antes de abalanzarse sobre ella.

En el mar hay una gran variedad de animales crípticos, desde el pez roca hasta el caballito de mar pigmeo.

Es importante para un buceador conocer este tipo de comportamiento, así como qué especies lo presentan, especialmente en el caso de aquellas que son peligrosas para el ser humano.

Muchos animales, además, usan otras técnicas para "engañar" a otros sentidos además de la vista. Por ejemplo, las mariposas nocturnas son capaces de emitir ciertos sonidos que confunden a los murciélagos que tratan de alimentarse de ellas. Estos mamíferos voladores utilizan la ecolocalización para encontrar a sus presas; sin embargo, estas astutas mariposas emiten ultrasonidos que las "camuflan" ante el oído de sus depredadores.

Aposematismo

El aposematismo es, en sentido estricto, lo contrario al camuflaje. En este caso, las especies que presentan diseños o colores aposemáticos buscan llamar la atención de manera exagerada. Ya sea mediante diseños extraños, dibujos y/o colores, el objetivo de esta técnica es la de avisar a los depredadores del peligro que supone convertir a dicho animal en alimento.

El hecho de asociar colores llamativos a una mala experiencia (por ejemplo, sabor desagradable) facilita el aprendizaje; esto disuade a los depredadores de volver a cazar a un miembro de una especie con estas características en el futuro.

En muchas ocasiones, las características aposemáticas aparecen asociadas a algún tipo de mimetismo. Como vimos anteriormente, algunas especies presentan colores brillantes tratando de imitar a otras que poseen algún rasgo defensivo, como el veneno.

Los nudibranquios son un ejemplo de animales aposemáticos, ya que presentan formas y colores llamativos que les permiten dar a conocer a los depredadores la presencia de toxinas en su piel.

Finalmente, cabe destacar que para poder disfrutar plenamente de la naturaleza debemos conocer de manera detallada las técnicas de camuflaje que pueden presentar algunas especies. Debemos prestar atención a nuestro entorno para así evitar perdernos a criaturas fascinantes. Después de todo, muchas veces las cosas más increíbles no se ven a simple vista.