Ni animales peludos con numerosas patas ni monstruos gigantes con grandes dientes ni bestias marinas procedentes de los fondos abisales... No, los únicos animales capaces de atemorizar a Indiana Jones son estos... las serpientes.
Características
Se han reconocido unas 3.460 especies de serpientes distribuidas en 450 géneros. Aparecieron durante el periodo Cretácico y se caracterizan por tener un cuerpo delgado y alargado desprovisto de patas.
Tamaño y peso
Las serpientes poseen un espectro muy amplio de tamaños. La serpiente hilo de Barbados (Leptotyhlops carlae) es la más pequeña del mundo ya que mide apenas unos 10 centímetros de
largo y es endémica de la isla de Barbados.
Por otro lado, la serpiente más larga del mundo es la pitón reticulada (Malayopython reticulatus). Este animal suele medir unos 6 metros de largo aunque se han encontrado ejemplares que llegaban a alcanzar los 8 metros de longitud. Sin embargo, debemos mencionar también a la anaconda verde (Eunectes murinus) que, aunque su longitud sea menor que la de la pitón reticulada
(suele medir unos 4,30 - 5,30 metros) pueden llegar a pesar bastante más que estas.
Por otro lado, cabe destacar que la serpiente más grande que jamás ha existido fue la Titanoboa (Titanoboa cerrejonensis). Este animal vivió hace unos 60 - 58 millones de años y alcanzaba el descomunal tamaño de 15 metros. Además, podía llegar a pesar 1,2 toneladas. Aunque tenía un aspecto similar al de la boa constrictor, su comportamiento se asemejaba más al de la agresiva anaconda. Habitaba en las selvas de Sudamérica y podía comerse un cocodrilo sin problemas.
Anatomía
El cuerpo de las serpientes es fino y alargado. La cantidad de vértebras que poseen suele exceder la centena; sin embargo, algunas especies poseen más de 400 vértebras. Esto aumenta significativamente su flexibilidad. La variabilidad en el número de vértebras depende de la longitud de la serpiente así como de sus técnicas de caza (las especies constrictoras poseen un número mayor).
Longevidad
Las serpientes pueden vivir entre 10 y 40 años dependiendo de la especie. Las más pequeñas pueden alcanzar los 10 - 12 años de edad. Por su parte, las serpientes más grandes pueden llegar a vivir hasta 40 años en estado salvaje.
Alimentación
Todas las serpientes son carnívoras, es decir, se alimentan de otros animales: anfibios, aves, peces, reptiles (incluso otras serpientes), mamíferos e invertebrados.
Técnicas de caza
Existen multitud de técnicas de caza utilizadas por las serpientes. Algunas acechan a sus presas antes de abalanzarse sobre ellas; otras, en cambio, las persiguen activamente. Algunas serpientes matan a sus presas por constricción, otras usan veneno y otras, sencillamente, devoran a sus presas vivas.
Serpientes al acecho - Los ofidios que utilizan esta técnica de caza suelen ser más pesados y menos ágiles. Algunas de las serpientes que utilizan estas técnicas se posan sobre las ramas de los árboles y, cuando pasa por debajo un animal despistado, simplemente se dejan caer sobre él (pitones arborícolas y mambas). Por otra parte, las serpientes espinosas, también llamadas víboras de la muerte, permanecen enterradas en la arena mientras agitan su cola rítmicamente para atraer a sus presas.
Serpientes a la caza - Otras serpientes prefieren ir tras su presa. Para ello, se desplazan activamente y buscan en el interior de escondites y madrigueras de lagartos y roedores. Otras usan su gran olfato para encontrar caracoles; y otras, en cambio, se yerguen y usan su excelente vista para examinar el entorno en busca de "comida".
Una vez han localizado a la presa, las serpientes se lanzan sobre ella con la boca abierta para golpearla a una velocidad de unos 40 km/h. Acto seguido, proceden a matar al animal capturado:
Algunos ofidios utilizan la constricción para matar a sus presas. Para ello, rodean completamente al animal y ejercen presión con los músculos con el fin de ahogarlo.
Otros utilizan el veneno para inmovilizar a sus presas sin necesidad de utilizar la fuerza. En muchas ocasiones, la propia toxina acaba con la vida del animal al paralizarse sus músculos respiratorios.
En algunas ocasiones, las serpientes no necesitan matar a su presa antes de devorarla sino que la ingieren directamente.
Ingestión y digestión
Las serpientes no pueden masticar, por lo que deben tragarse a sus presas enteras. Estos animales poseen pequeños dientes afilados y orientados hacia el interior de la boca. Esto les permite retener mejor a sus presas evitando que estas se escapen. Durante la ingestión, el maxilar y la mandíbulas de las serpientes se separan para adaptarse al tamaño de la presa. Del mismo modo, las serpientes carecen de esternón, por lo que pueden tragar animales mucho mayores que ellas.
Una vez han ingerido la comida, la serpiente deberá reposar para realizar una correcta digestión. Este proceso puede durar desde varios días hasta meses, según el tamaño de la presa. Los órganos implicados en la digestión aumentarán su nivel de actividad. Aquellas partes que no pueden ser digeridas serán excretadas o regurgitadas.
Reproducción
Las mayoría de las serpientes son animales ovíparos con reproducción sexual. Sin embargo, existen muchas especies con una reproducción ovovivípara o, incluso, vivípara.
Dimorfismo sexual
A simple vista, las serpientes machos y hembras pueden parecer iguales. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellos, aunque poco evidentes. Los machos poseen colas más largas y un mayor número de escamas subcaudales, aunque esto no necesariamente se cumple en todas las especies.
En otros casos, la hembra puede alcanzar un tamaño mucho mayor que el de su compañero.
Madurez sexual y época de apareamiento
Las serpientes hembras alcanzan la madurez sexual a los dos años de edad aproximadamente. Por su parte, los machos pueden tardar un poco más.
La época de apareamiento de las serpientes suele depender del clima y de las condiciones del entorno. En lugares cálidos, las serpientes pueden aparearse durante todo el año; sin embargo, en climas fríos, preferirán hacerlo durante la primavera o el verano. Por otro lado, si existe escasez de alimento en la zona, estos reptiles antepondrán su supervivencia a la reproducción.
Comportamiento sexual
Las serpientes poseen en su lengua bífida el denominado órgano de Jacobson, que les permite saber si el individuo que tienen delante es una hembra o un macho. Lamentablemente, han de estar muy cerca para poder utilizarlo y, en el caso de que se encuentren dos machos, puede desencadenar en conductas agresivas.
Para cortejar a la hembra, el macho puede rozarse con ella, contornearse, agitar su cola o mostrar comportamientos dominantes y agresivos. Los machos pueden llegar a pelear entre ellos para decidir quién será el afortunado que se apareará con la hembra. Durante el forcejeo los machos se entrelazan, lo cual puede confundirse con el propio acto reproductor.
Una vez ella está dispuesta, ambos individuos se entrelazan entre sí. El macho fecundará a la hembra introduciendo sus hemipenes en el interior de la cloaca de su compañera, para después alejarse rápidamente, pues en muchas ocasiones la hembra puede tener comportamientos agresivos hacia él.
Puesta y gestación
Las serpientes ovíparas pueden realizar varias puestas (de una media de 5 - 6 huevos por puesta) o realizar una única puesta de más de 100 huevos.
Algunas especies abandonan sus huevos una vez los han puesto. Otras, en cambio, crean un nido y cuidan de ellos, como es el caso de las pitones.
Otras especies, como la Boa constrictor, son vivíparas, por lo que dan a luz directamente a sus crías.
Las serpientes ovovivíparas mantienen los huevos en el interior del cuerpo hasta que las crías están completamente desarrolladas. La gestación dura unos 80 días y los huevos reciben el alimento a través de la placenta que los conecta a la madre. Llegado el momento, las crías romperán el cascarón y saldrán al exterior.
Cuidado de las crías
Las serpientes no suelen cuidar de sus crías ya que estas nacen completamente capacitadas para alimentarse solas. Sin embargo, se ha descubierto que algunas especies sí que pasan algún tiempo cuidando de sus crías recién nacidas, manteniéndolas calientes por la noche.
Hábitat y distribución
Las serpientes se pueden encontrar en todo el planeta a excepción de los Polos. Pueden vivir en todo tipo de hábitats, desde la copa de los árboles en las selvas hasta los áridos desiertos. Incluso, existen serpientes marinas que pasan la mayor parte de su vida sumergidas.
Curiosidades
Veneno
Existen unas 700 especies de serpientes venenosas en el mundo, pero solo un puñado de ellas resultan peligrosas para el ser humano.
Aunque pueda parecer que el veneno surgió como un mecanismo de defensa, lo cierto es que las serpientes lo utilizan principalmente para alimentarse. El veneno paraliza a sus presas, lo cual facilita notoriamente la ingestión.
Las serpientes venenosas pueden identificarse fácilmente gracias a ciertas características:
Todas las serpientes venenosas poseen largos colmillos huecos y retráctiles con los que inyectan el veneno a sus presas.
Muchas serpientes venenosas poseen colores llamativos que alertan a posibles depredadores sobre su toxicidad. Algunas serpientes completamente inofensivas imitan la apariencia de estas para protegerse. A este mecanismo de defensa se le conoce como mimetismo batesiano.
Muchas serpientes venenosas poseen una cabeza en forma triangular que indica la presencia de glándulas de veneno.
Las serpientes venenosas suelen poseer pupilas con hendiduras verticales y no redondas.
Existen algunas modificaciones anatómicas que el animal utiliza para alertar de su veneno. Tal es el caso de las cobras y las serpientes de cascabel.
Las serpientes venenosas poseen cavidades termorreceptoras, también denominadas fosetas loreales, cuya función es la de percibir el calor emitido por sus presas. Están situadas a los lados de la cabeza, entre el ojo y el orificio del hocico.
La serpiente más mortífera del mundo en la serpiente marina de pico (Enhydrina schistosa). En cuanto a la serpiente terrestre más venenosa del planeta, el premio es para la serpiente taipán del interior (Oxyuranus microlepidotus), cuya mordedura posee veneno suficiente para acabar con la vida de 125 personas.
Temperatura corporal
Las serpientes adaptan su temperatura corporal a la temperatura del entorno. Es por esto que, cuando necesitan calentarse, se ponen al sol o en lugares cálidos. Por el contrario, para bajar su temperatura permanecerán a la sombra o en zonas más frías.
Muda
Las serpientes mudan la piel de forma frecuente por varias razones:
Al mudar, reparan la piel y eliminan las partes dañadas.
La muda permite el crecimiento.
De esta manera se eliminan los parásitos externos.
La muda se hace de golpe desde la nariz a la cola. La frecuencia de la muda varía de unas especies a otras pero suele darse aproximadamente una vez al mes. El proceso completo puede durar hasta tres semanas.
La muda se da en tres fases:
Preecdisis. En esta primera fase, el animal deja de alimentarse y busca un lugar seguro donde realizar la muda.
Ecdisis. En esta fase el cuerpo de la serpiente perderá su brillo y los ojos se tornarán de un color blanco azulado.
Postecdisis. En la última fase la serpiente cambia la piel y recuperará sus colores habituales.
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