Las relaciones interespecíficas son aquellas interacciones entre dos poblaciones o individuos de especies diferentes, es decir, son aquellas relaciones en las que los actos de una especie influyen de manera directa en la vida de otra.
Existen diferentes tipos de relaciones interespecíficas:
Relaciones interespecíficas 0 / -
En este tipo de relación uno de los individuos causa un perjuicio al individuo de otra especie sin obtener ningún beneficio.
Amensalismo
Se da cuando los actos de una especie perjudican a otra sin que la primera obtenga ningún beneficio por ello. Por ejemplo, el hongo Penicillium libera una sustancia denominada penicilina que impide el crecimiento de las bacterias. Sin embargo, el hongo no obtiene ningún beneficio.
Relaciones interespecíficas + / 0
En este caso, uno de los individuos obtiene un beneficio gracias a otro de diferente especie, mientras que el otro ni se beneficia ni se ve afectado de manera negativa.
Epibiosis
Un epibionte es aquel animal que utiliza a otro como sustrato para vivir adherido a él. Sin embargo, esto no le provoca ningún perjuicio. Los caparazones de los cangrejos suelen ser epibiontizados con frecuencia por otras especies.
Tanatocresis
Este tipo de relaciones interespecíficas se dan cuando un individuo utiliza los restos de otro para obtener algún beneficio. Un ejemplo lo podemos ver con el cangrejo ermitaño; para proteger su blanco cuerpo, este animal se introduce en las cochas vacías de los caracoles.
Foresia
En este caso, una de las especies utiliza a la otra como medio para desplazarse, es decir, obtiene un beneficio sin perjudicar a la otra especie. Por ejemplo, las rémoras se agarran mediante sus ventosas a la piel de los tiburones. De esa forma, pueden ser trasladadas a grandes distancias sin esfuerzo.
Comensalismo
En este tipo de relación, una de las especies obtiene un claro beneficio sin causarle ningún perjuicio a la otra, es decir, obtiene los recursos que le sobran a la otra especie. Un ejemplo de comensalismo lo podemos encontrar en las pulgas de mar que habitan en el interior de las esponjas de mar, ya que obtienen alimento y protección sin perjudicar a su huésped.
Inquilismo
Algunos animales pueden vivir en las madrigueras o refugios de otras especies. Obtienen un beneficio al vivir ahí pero no le causan perjuicio a la otra. Por ejemplo, existen especies de insectos que habitan en las madrigueras de los ratones.
Relaciones interespecíficas + / -
En este tipo de relación, uno de los individuos obtiene un beneficio del otro, el cual se ve claramente perjudicado.
Depredación
Este tipo de relación se da cuando uno de los individuos (depredador) caza y se alimenta del otro (presa). En este caso, el primero sale beneficiado mientras que el segundo sale claramente perjudicado. Podemos observar este tipo de relación, por ejemplo, entre un tiburón (depredador) y una foca (presa).
Explotación
En este tipo de relación, una de las especies sale beneficiada a costa de la otra. Un ejemplo de este tipo de relación interespecífica es el que se da en algunas especies de insectos que no poseen las adaptaciones biológicas necesarias para polinizar las flores. De esta manera, obtienen “la recompensa” al acceder de manera violenta a la planta pero, al contrario que los insectos polinizadores, no la benefician; es decir, no favorecen su reproducción a través de la diseminación de sus semillas.
Parasitismo
Este tipo de relación se da cuando un individuo (parásito) vive a expensas del otro (huésped). En este tipo de relación, el parásito se beneficia del huésped y le perjudica sin llegar a causarle la muerte, al menos a corto plazo. Existen dos tipos de parásitos:
Endoparásitos: viven en el interior del huésped. Por ejemplo, una tenia (parásito) que vive en el interior del sistema digestivo de un ser humano (huésped).
Ectoparásitos: viven en el exterior del huésped. Por ejemplo, las garrapatas (parásitos) que viven en la piel de un perro (huésped).
Relaciones interespecíficas + / +
En este tipo de relaciones interespecíficas, ambas especies obtienen un beneficio de la otra, sin perjudicarse entre sí.
Simbiosis
Es una relación íntima que se da entre dos especies, es decir, la supervivencia de ambas se ve muy afectada por la presencia de la otra. Un ejemplo de este tipo de relación lo podemos encontrar en nuestra flora bacteriana. Estas bacterias dependen de nosotros, y de lo que ingerimos, para poder sobrevivir; además, nosotros las necesitamos para poder digerir de manera correcta los alimentos.
Mutualismo
Es una relación no íntima entre dos especies que se benefician de dicha relación, es decir, se da en momentos puntuales o específicos. Existen diferentes tipos:
Servicio – servicio. Es el tipo de relación que se da, por ejemplo, entre la anémona de mar y el pez payaso, ya que ambos obtienen un servicio de protección por parte del otro.
Servicio – recurso. Algunas especies de hormigas protegen a los pulgones para obtener de ellos la mielada, es decir, intercambian un servicio (protección) por un recurso (rocío de miel).
Recurso – recurso. En este tipo de relación, ambas especies obtienen un recurso que no podrían obtener sin la otra. Por ejemplo, cierto tipo de hongos se relacionan con las raíces de algunas plantas terrestres. El hongo recibe hidratos de carbono y vitaminas que no puede sintetizar por sí solo; por otro lado, la planta obtiene minerales y agua.
Relaciones interespecíficas - / -
Competencia
Se da entre dos especies que compiten por lo recursos de un mismo hábitat. Puede derivar en descenso de la tasa de crecimiento de una de las especies o de ambas; también puede provocar que una de las especies se vea obligada a dejar ese hábitat debido a su incapacidad para seguir compitiendo. Por último, en casos extremos, este tipo de relación puede causar la extinción de una de las dos especies. Se pueden dar varios tipos de competencia:
Por explotación. Puede darse el caso de que una de las dos especies disponga de un sistema más eficiente para consumir los recursos. Debido a ello, la disponibilidad de dicho recurso para la otra especie se verá reducida. Un ejemplo de este tipo de relación se da entre distintas especies de anémonas que compiten por su espacio en los arrecifes.
Por interferencia. En este tipo de relación existe un impedimento directo en la reproducción, la obtención del alimento o la supervivencia de una especie debido a actos violentos o de otro tipo por parte de la otra. El resultado es que no se produce un verdadero asentamiento en ese hábitat.
Comments