Imagina un animal con seis brazos, dos patas, un cuerpo flexible, venenoso, capaz de cambiar a voluntad su color y su textura para camuflarse a la perfección con su entorno; un animal ágil que posee tres corazones, nueve cerebros, sangre azul y la capacidad de modificar su tamaño para ocultarse en una pequeña grieta. Ahora imagina que, además, es una criatura con una inteligencia notable. Suena a ciencia ficción, ¿verdad? Pues esos animales no han salido de ninguna película de James Cameron, sino que existen en la realidad; te presento a los pulpos.
Características
Los pulpos son moluscos cefalópodos, lo que literalmente significa “cabeza unida a los pies”.
Estos animales poseen simetría bilateral y tienen la boca y el pico de loro situados en la parte central, entre las extremidades. El pico, o pico de loro, es una estructura formada por dos fuertes mandíbulas que se juntan de forma parecida a una tijera.
Los pulpos, además, poseen una estructura denominada sifón, la cual les sirve para respirar o, incluso, para impulsarse mediante la expulsión de chorros de agua.
El sistema nervioso de los pulpos es muy complejo, cuentan con una vista excelente y son una de las criaturas más inteligentes del planeta.
Tamaño y peso
Los pulpos presentan un abanico muy amplio de tamaños. En el extremo inferior encontramos la especie Octopus wolfi, con tan solo 2,5 centímetros. Por el contrario, en el puesto más alto encontramos al Pulpo gigante (Enteroctopus dofleini), que ostenta el récord de ser el pulpo más grande del mundo. A pesar de que la media de esta especie se suele situar en torno a los 5 metros, existen registros de un ejemplar que llegó a medir 9 metros y a pesar unos 272 kilos.
Anatomía
Los pulpos cuentan con ocho extremidades que utilizan para agarrar a sus presas u otros objetos. Además, vamos a afirmar algo que te sorprenderá: los pulpos “no tienen tentáculos”. Así es, y es que en realidad los pulpos poseen dos patas y seis brazos.
Como ya sabrás, los pulpos (y otros cefalópodos) poseen unas estructuras, normalmente denominadas ventosas, a lo largo de sus extremidades que les ayudan a atrapar a sus presas. Pues bien, los tentáculos poseen dichas ventosas únicamente en el extremo distal de éstos, es decir, en la parte más alejada del cuerpo. Por el contrario, los brazos poseen ventosas a lo largo de toda la extremidad. Dado que la mayor parte de las especies de pulpos poseen ventosas a lo largo de todos sus apéndices, podemos afirmar que se trata de brazos y no de tentáculos, como hemos creído hasta ahora.
De igual modo, los últimos estudios han demostrado que no todas las extremidades de los pulpos cumplen la misma función, ya que éstos suelen utilizar dos de ellas para la locomoción, es decir, como patas; mientras que el resto suelen usarse para asir objetos o agarrar a sus presas, es decir, cumplen las funciones propias de los brazos.
Por norma general, los pulpos poseen hasta ocho extremidades (de ahí su nombre Octopus). Sin embargo, este número no es siempre el mismo. Existe una especie de pulpo denominada Pulpo de siete brazos (Haliphron atlanticus), aunque también se han encontrado pulpos con una cantidad mucho mayor de extremidades debido, generalmente, a malformaciones genéticas.
Los pulpos poseen cualidades únicas que parecen sacadas de una novela de ciencia ficción. Además, sus técnicas de camuflaje son de las más increíbles del planeta. Pueden modificar su color y textura para asemejarse a su entorno y, de esa manera, pasar desapercibidos ante los depredadores o ante posibles presas. Utilizan sus brazos para oler y sentir todo aquello que les rodea. Poseen un excepcional sentido del tacto y una excelente vista (pueden ver incluso de noche). La vista de los pulpos es polarizada y se cree que pueden controlar la cantidad de luz que reciben. Además, muchos expertos creen que la capacidad de los pulpos para modificar su pigmentación depende en gran medida de su visión.
Por otro lado, los pulpos poseen unos sensores en los extremos de sus brazos que les permiten oler depredadores a grandes distancias. Además, pueden oler posibles presas mientras recorren las grietas con sus brazos.
Las ventosas de los pulpos poseen receptores gustativos, lo que les permite elegir a sus presas en función de su sabor. A veces, incluso, descartan alguna por tener un sabor desagradable para ellos, aunque estén hambrientos.
Por último, cabe destacar que los pulpos son completamente sordos.
Alimentación
Los pulpos son animales carnívoros. Suelen cazar principalmente crustáceos y moluscos, aunque también pueden alimentarse de peces, caracoles o, incluso, pulpos más pequeños.
Técnicas de caza
Son animales nocturnos que suelen aprovechar la noche para cazar; sin embargo, si están muy hambrientos o se les presenta una buena ocasión, pueden capturar alguna presa durante el día. Poseen una excelente vista, incluso de noche, lo cual les da ventaja frente a sus presas. Además, los pulpos se caracterizan por sus técnicas de camuflaje. Pueden variar a voluntad el color y la textura de su piel, por lo que pueden permanecer junto a una presa descuidada que ignora por completo su presencia antes de devorarla.
Como ya hemos dicho anteriormente, los pulpos poseen un pico muy fuerte con el que agarran a sus presas y las descuartizan antes de tragarlas. Algunas de las presas de estos cefalópodos poseen duras conchas que los protegen de los depredadores. Los pulpos han desarrollado técnicas muy curiosas para poner solución a esto. Suelen hacer uno o dos pequeños agujeros en la cocha del animal en cuestión para, posteriormente, introducir a través de ellos una toxina que los propios pulpos generan. Esto provocará la disolución de los tejidos que conectan a la presa con la concha que lo protege y, de este modo, el pulpo consigue su menú del día.
Las ventosas de los pulpos poseen sensores que les permiten degustar a sus presas. De hecho, pueden llegar a descartar a alguna si no les interesa su sabor. También poseen una sustancia pegajosa que ayuda a retener a las presas.
Reproducción
Los pulpos son animales ovíparos. Los métodos de reproducción varían de unas especies de pulpos a otras; sin embargo, existen algunos factores que son comunes a todos.
Madurez sexual y época de apareamiento
La edad a la que los pulpos alcanzan la madurez sexual varía de una especie a otra.
Los machos suelen morir poco después de haberse apareado con una hembra. Por el contrario, las hembras suelen perecer poco después de poner los huevos. Los pulpos no suelen morir a manos de los depredadores, sino que suelen llegar al final de su vida debido al apareamiento y al funcionamiento de su organismo.
Comportamiento sexual
Los machos suelen depositar un saco lleno de esperma en el interior de la hembra. Los espermatozoides pueden permanecer durante mucho tiempo en su cuerpo antes de que ella produzca los huevos, ya que el propio calor corporal de la hembra los mantiene con vida. A lo largo de varios meses, la hembra irá produciendo huevos que fecundará de manera gradual con el esperma disponible. Este es un proceso largo y metódico, ya que la cantidad de huevos puede llegar a los 200.000.
Puesta y gestación
Cuando la hembra está lista para poner los huevos, busca un lugar seguro donde ocultarlos. Los huevos pueden tardar entre 2 y 10 meses en eclosionar (este factor varía según la especie). El último mes antes de que eclosionen, la hembra dejará de alimentarse y hará todo lo posible por protegerlos de los depredadores y mantenerlos limpios y a buena temperatura.
Cuidado de las crías
Debido al enorme gasto de energía, la hembra no tendrá fuerzas para cuidar de sus crías cuando éstas salgan de los huevos, por lo que tendrán que cuidarse solas. Para ello, se mantendrán cerca de la superficie y se alimentarán de plancton durante un tiempo. Según vayan creciendo podrán ir descendiendo a zonas más profundas e irán cambiando de dieta hasta alimentarse de crustáceos, moluscos, etc.
El ciclo de vida de los pulpos es de los mayores del reino animal. Se cree que las crías crecen un 5% de su tamaño total cada día hasta que son totalmente maduros. Esto se debe a que, justo después de nacer, las crías son muy vulnerables a los depredadores - de hecho, 2/3 de ellas no llegarán a la adultez – por lo que una tasa de crecimiento elevada mejora la supervivencia de la especie.
Hábitat y distribución
Los pulpos son animales marinos que se extienden por muchas áreas del planeta, aunque normalmente suelen encontrarse cerca de los arrecifes de coral. En estas zonas pueden encontrar multitud de grietas y rocas en las que esconderse; sin embargo, también pueden utilizar restos u otros desperdicios para este fin.
Los pulpos no suelen permanecer siempre ocultos en la misma zona. En lugar de eso, suelen desplazarse cada 10 – 14 días en busca de nuevos refugios. Esto aumenta significativamente su tasa de supervivencia.
Son capaces de adaptarse a diferentes ambientes con distinta temperatura, lo cual ha permitido que los pulpos estén presentes en nuestro planeta durante millones de años. Existe una correlación entre el tamaño del animal y la temperatura del agua en el que vive, ya que los pulpos que habitan en climas cálidos suelen ser considerablemente más pequeños que aquellos que se encuentran en climas fríos.
Los pulpos pueden vivir a grandes profundidades, si bien es cierto que las crías que acaban de salir del huevo suelen permanecer cerca de la superficie. Sin embargo, a medida que crecen van descendiendo a zonas más profundas.
La contaminación es un factor que ha ido desplazando a los pulpos de su hábitat y les ha obligado a adaptarse a nuevas zonas, ya que la disposición de alimento es escasa en áreas con gran cantidad de toxinas en el agua.
Curiosidades
Inteligencia
Se sabe que los pulpos son una de las criaturas más inteligentes del planeta. Son capaces de distinguir patrones, recordar a corto y a largo plazo, distinguir colores, resolver problemas, etc.
Los pulpos son famosos por encontrar comida en lugares inaccesibles y por escapar de sus acuarios en situaciones de cautiverio.
Se cree, además, que los pulpos adquieren sus conocimientos por ensayo-error en lugar de simplemente por instinto.
Técnicas de defensa
Los pulpos suelen poner grandes cantidades de huevos porque la mayor parte de ellos morirán devorador por los depredadores, ya sean otros peces, ballenas, aves, delfines, etc.
Pero cuando son adultos cuentan con técnicas de defensa que les permiten sobrevivir.
Por un lado, pueden camuflarse con su entorno cambiando de color u ocultarse en pequeñas grietas. El Pulpo mimético (Thaumoctopus mimicus) puede incluso imitar a otras especies como peces león, serpientes, etc.
Por otro lado, los pulpos pueden liberar tinta cuando se sienten amenazados. Esto aturdirá a algunos depredadores. Sin embargo, esto no es suficiente para huir de todas las amenazas. Por ello, los pulpos también pueden desprenderse de una de sus extremidades si fuera necesario (con el tiempo, le volverá a crecer una nueva en su lugar).
Los pulpos, además, poseen un fuerte veneno que pueden utilizar contra sus depredadores.
Ahora conoces un poco más a estos “extraterrestres” del mar, de modo que la próxima vez que te adentres en el océano no te olvides de echar un vistazo entre las rocas y prestar más atención a tu alrededor, pues nunca sabes si puede haber un pequeño pulpo oculto.
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