.png)
"Una bestia de una milla y media de longitud que, si cogiera al buque de guerra más grande, lo arrastraría hasta el fondo. Vive apostado en el fondo marino y solo sube a la superficie cuando es calentado por el fuego del Infierno"
Así describía el obispo de Berger, Erik Ludvigse Pontoppidan, al monstruoso Kraken en su Historia natural de Noruega. Estaba completamente convencido de la existencia de este gigante de los abismos, por lo que era imprescindible para él incluirlo en su catálogo de especies animales.
Aristóteles también describió al teuthus, un calamar de gran tamaño, diferente de los teuthis, y que, según él, alcanzaba un tamaño de 5 brazas (9 metros aproximadamente).
Carl Von Linneo, el padre de la taxonomía moderna, también incluyó al Kraken en su Systema naturae de 1.735. Sin embargo, fue eliminado en posteriores ediciones.
Julio Verne narró en su libro "20.000 leguas de viaje submarino", publicado en 1870, un encuentro entre el Nautilus y un gigantesco monstruo marino cubierto de tentáculos.
La Biblia menciona hasta el 5 ocasiones al Leviatán, una bestia marina gigante creada por Dios y que, según Job, tiene aspecto de Dragón.
¿Qué es el Kraken?
Durante la Edad Media se contaban historias acerca de un colosal monstruo marino que habitaba en los profundos mares desde Islandia hasta Noruega. Se decía que era la bestia más grande del mar y que podía tragarse sin problemas hombres y barcos enteros.
Tales historias no desaparecieron y en el siglo XVIII se bautizó a esta criatura con el nombre de Kraken, término noruego que significa "retorcido".
Durante mucho tiempo se describía al Kraken como una criatura similar a un pulpo gigante, a un camalar o, incluso, una medusa. Se decía de él que era un monstruo lleno de tentáculos con fuertes ventosas, ágil, fuerte y rápido.
Avistamientos
En la obra Historia Natural de Plinio el Viejo se narra un suceso acaecido en la ciudad costera de Carteya. Según se cuenta, un monstruo marino que vivía en la zona solía atacar las factorías de salazones. Una noche, los guardianes, alertados por los perros, sorprendieron al gran kraken al que no dudaron en atacar con sus tridentes. Antes de morir, al monstruo consiguió acabar con la vida de varios perros guardianes. Según dijeron, el cadáver de aquel leviatán medía 9 metros y pesaba 228 kilos.
Un relato de finales del siglo XVIII cuenta como, frente a las costa de África occidental, la tribulación del velero danés a cargo del capitán Jean Magnus Dens, se encontraba ocupada limpiando el casco exterior del navío. Varios marineros colgaban de unos "andamios" que les permitían acceder al costado de la nave cuando, de repente, un monstruo gigantesco surgió del mar, atacando a tres de dichos marineros. Dos de ellos cayeron inmediatamente al agua mientras que el tercero pudo salvarse gracias a la ayuda de sus compañeros, que no dudaron en cortar con un hacha el tentáculo que lo rodeaba. Desesperados, los temerosos hombres trataron inútilmente de arponear al animal, que finalmente consiguió huir. Aquellos dos marineros desaparecieron con el monstruo y el tercero murió esa misma noche presa de un delirio enfermizo. Según contaron, el trozo de tentáculo que consiguieron cortar medía la friolera de 7,5 metros, por lo que se estimó que la longitud total de aquel animal debía rondar los 12 metros.
1860, Noruega. Lo que parecía un calamar gigante se quedó varado entre las rocas de una playa en Noruega, donde finalmente murió.
1861, costas de Tenerife. Un barco de guerra francés llamado Alecton se encontraba cerca de las costas de la isla de Tenerife cuando la tripulación avistó a poca distancia lo que parecía un calamar de grandiosas dimensiones. Por miedo a una reacción violenta, en lugar de enviar los botes decidieron arponear al misterioso animal directamente desde la cubierta del barco. El calamar comenzó a agitarse de forma violenta tratando de sumergirse. Los miembros de la tripulación lanzaron un cabo con el fin de atar e izar al animal. Durante el forcejeo, tratando de subir el "kraken" al barco, una gran sección del calamar fue seccionada por la cuerda. Ese fue el único trofeo que se llevó el lugarteniente Bouyer de aquel monstruo marino, ya que finalmente aquel ser colosal consiguió escapar huyendo a las profundidades.
1873, Golfo de California. Tres pescadores se encontraron con lo que parecía ser un calamar gigante. Atemorizados que este les atacara, decidieron dar ellos el primer paso. El animal, afortunadamente, se limitó a expulsar algunas nubes de tinta y huir. Sin embargo, los pescadores pudieron ver claramente sus tentáculos, que según dijeron tenían una longitud aproximada de 6 metros.
1887, Nueva Zelanda. Una hembra de calamar gigante de unos 18 metros de longitud y 250 kilos de peso aparece varada en una playa.
1933, Nueva Zelanda. Aparecieron los restos de un calamar de 21 metros de largo y 275 kilos de peso en una playa de Nueva Zelanda.
1984, Bermudas. Un hombre llamado John P. Ingham perdió a una profundidad de unos 900 metros dos nasas (redes de pesca pasivas) llenas de cangrejos. A los pocos minutos surgió de la nada un animal desconocido que medía unos 15 metros y arrastró el barco varios cientos de metros.
1984, océano Pacífico. Un pulpo desconocido, perteneciente posiblemente al suborden Cirrina, fue filmado a unos 2.500 metros de profundidad.
1988, playa de Mangrove Bay. En dicha playa apareció una masa deforme de unos 2,4 metros. Se le hicieron estudios y, aunque no se pudo determinar del todo qué era, se concluyó que dichos restos no pertenecían a ningún mamífero.
1988, costas de Brasil. El submarino Nautile filmó a 4.735 metros de profundidad un calamar desconocido, posiblemente perteneciente a la familia Magnapinnidae.
1992, océano Atlántico oriental. Se filma un calamar desconocido a una profundidad de entre 2.950 y 3.010 metros.
1998, océano Índico. El submarino japonés Shinkai 6.500 filmó un calamar desconocido a una profundidad de 2.340 metros.
2000, océano Índico. De nuevo, el submarino Nautile consigue filmar al mismo calamar misterioso a 2.576 metros de profundidad.
2000, golfo de Máxico. El submarino estadounidense Alvine consiguió filmar un ejemplar de 1,5 metros de longitud a 1.940 metros de profundidad.
2001, isla de Oahu, Hawái. Un submarino que realizaba tareas geológicas filmó a 3.380 metros de profundidad a un calamar de una especie desconocida de unos 5 metros de largo.
2003, mar de Ross. Se captura por primera vez un ejemplar de calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni). El animal en cuestión era una hembra de unos 6 metros de largo y 150 kilos de peso.
2004, Islas Malvinas. Un arrastrero (barco de pesca de arrastre) capturó un calamar de 8,62 metros de longitud. Más tarde, fue trasladado al Museo de Historia Natural de Londres para su estudio y conservación.
2004, océano Pacífico. Se obtienen por primera vez 556 fotografías de un calamar gigante vivo en su hábitat natural.
2006, océano Pacífico. Se consigue, por primera vez en la historia, filmar a un calamar gigante vivo en su hábitat natural.
2007, Antártida. Un barco neozelandés capturo un ejemplar de calamar gigante de 10 metros de largo y 450 kilos de peso. Tardaron 2 horas en subirlo al barco.
2016, Galicia. Se consiguió fotografiar una cría de calamar gigante de 105 kilos de peso frente a las costas de Galicia. El animal murió poco después.
El Kraken desenmascarado
En 1857 comenzaron a llegar hasta la playa de Dinamarca restos de lo que parecían calamares de gran tamaño. Fue entonces cuando el zoólogo Japetus Steenstrup de la Universidad de Copenhague publicó una investigación en la que describía al animal que él mismo denominó Architeuthis dux, que en latín significa calamar gobernante. De este modo, quedó, por fin, demostrado que los calamares gigantes, o krakens, eran animales completamente reales.
En los años posteriores siguieron apareciendo en las playas de diferentes partes del mundo restos de calamares gigantes.
Además, se han encontrado restos de estos animales en el estómago de los cachalotes, lo que demuestra que forman parte de la alimentación de estos grandes mamíferos.
El calamar gigante
Los calamares gigantes pertenecen al género Architeuthis y son animales poco estudiados debido a la dificultad que supone verlos en su hábitat natural.
Se estima que tienen un tamaño mínimo de 10 metros, aunque se han encontrado ejemplares mucho mayores:
En 1887 apareció en Nueva Zelanda una hembra de unos 18 metros de longitud.
En 1993 aparecieron los restos de un calamar de unos 21 metros de largo y 275 kilos de peso.
Durante años se pretendió grabar a estos animales en su hábitat natural. Muchos equipos de científicos lo intentaron sin éxito hasta que, en 2006, el equipo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias de Japón junto con la Asociación de observadores de ballenas de Ogasawara consiguieron el ansiado vídeo. Antes de eso, en 2004, se obtuvieron 556 fotos de este animal bajo el agua. Un calamar atacó uno de los cebos utilizados y, tras un forcejeo, el animal perdió un tentáculo de unos 5,5 metros de largo. Esto permitió hacer una estimación del tamaño de aquel calamar, que quedó establecido en unos 7 - 8 metros de largo.
Durante los años posteriores se han ido estudiando los calamares que aparecían muertos en las playas aunque aún nos queda mucho por saber de estas magníficas bestias.
¿Dónde puedo ver un calamar gigante?
Puedes ver calamares gigantes conservados en los siguientes sitios:
Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Calle de José Gutiérrez Abascal, 2, 28006, Madrid.
Museo del Calamar Gigante. Calle Nicanor del Campo, 35, 33700, Luarca, Asturias.
Comments