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  • Foto del escritorPecedex

J'ba Fofi


Jba fofi

De todos los animales que pueden aterrorizarnos hay uno que destaca entre todos ellos: las arañas. A pesar de que estos animales son significativamente más pequeños que nosotros y que, en general, son animales inofensivos, suelen despertar una sensación de miedo y/o terror que puede llegar a paralizarnos.

La araña conocida más grande del mundo es la araña Goliath (Teraphosa blondi) que puede llegar a alcanzar los 30 centímetros de diámetro (aproximadamente la medida de un plato).

Araña gigante

Si una pequeña araña puede hacerte saltar encima del sofá, imagínate una de este tamaño. Es tan grande que suele alimentarse de ratones, pájaros y reptiles.

Pero vayamos un paso más allá. En el cine y la literatura podemos ver numerosos ejemplos de arañas mucho más grandes que incluso persiguen y cazan seres humanos: Ella, la araña en "El Seños de los anillos: el retorno del Rey", Aragog en "Harry Potter y la cámara secreta", "Arac attack", "Tarántula" y otros muchos títulos que

explotan nuestra aracnofobia. Por supuesto, todas estas son historias de ficción que exprimen nuestros miedos para hacer saltar la taquilla pero, ¿y si hubiera una araña tan grande? ¿Y si existiera en alguna parte alguna araña capaz de cazar y alimentarse de personas?



¿Qué es la J´ba Fofi?


La J´ba Fofi, también conocida como araña gigante del Congo, podría medir entre 1 y 3 metros desde un extremo a otro.

Los diferentes relatos de este animal hablan de un arácnido muy similar a una tarántula. El cuerpo de esta araña es amarillo intenso con el abdomen de color púrpura durante su juventud, pasando al marrón oscuro en la edad adulta. Además, poseen un veneno muy potente y peligroso.

Sus huevos, dispuestos en racimos, son de color blanquecino o amarillento y tienen el tamaño aproximado de un cacahuete.

Por otro lado, estas gigantescas arañas tejen grandes telas que pueden cubrir varios árboles así como excavar profundas madrigueras cerca de las raíces de los árboles. Se dice que no suelen permanecer mucho tiempo en el mismo sitio, por lo que van trasladándose periódicamente en busca de alimento.

El gran tamaño de estos animales las obliga a alimentarse de presas de tamaño considerable como jabalíes, ciervos, etc.

Aunque la mayor parte de los avistamientos de estas arañas se han dado en África Central, también se habla de arácnidos de estas características en las selvas de Sudamérica.


Según dicen los nativos, estas arañas estarían desapareciendo poco a poco por culpa de la destrucción de su hábitat. Hace tiempo los avistamientos eran relativamente frecuentes pero cada vez cuesta más "ver" a estos críptidos.


Avistamientos


- En 1890, durante una expedición por las selvas de Uganda, dos cargadores del inglés Arthur Symes quedaron enredados en unas gigantescas telarañas cerca de la orilla del río Nyassa. Acto seguido, varias arañas gigantescas se abalanzaron sobre ellos clavándoles sus gigantescos quelíceros. Por suerte, tras varios disparos de Symes, aquellos hombres consiguieron salir de

allí. Sin embargo, poco después, sus extremidades comenzaron a hincharse y deliraban por la intensa fiebre que apareció en ellos. Finalmente, ambos murieron.

- En 1938, Reginald y Marguerite Lloyd conducían por un sendero de caza en el Congo cuando algo se cruzó en su camino. Al principio pensaron que era un mono o un gato pero, al fijarse más detenidamente, pudieron observar que se trataba de una araña descomunal. Según dijeron, sus patas medían más de 1 metro de longitud. Tras una breve pausa, finalmente la araña se escabulló entre la vegetación.

- En el año 1942, un soldado australiano que se encontraba en Nueva Guinea afirmó haberse topado con una telaraña de unos 9 metros de diámetro habitada por una araña que poseía el tamaño de un perro pequeño. Según dijo, esta era negra y muy peluda.

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